Dónde comer en Gante, Bélgica: Rico, bueno y barato

Donde comer en Gante, Bélgica

Si estás por viajar a esta ciudad increíble o, incluso, si estás ahora mismo muerto de hambre y parado en el medio del centro y llegaste a este artículo, seguro te estarás preguntando dónde comer en Gante, Bélgica y qué platos típicos hay que probar sí o sí.

La ciudad no solo es conocida por su arquitectura medieval y sus canales, sino también por su excelente comida. Desde un estofado súper sabroso hasta las famosas papas fritas, Gante tiene una gastronomía que te va a sorprender. En este artículo te cuento todo lo que no te podés perder al momento de comer en esta ciudad, ¡y los mejores lugares para disfrutarlo!

Pero antes de pasar a la mesa, te dejamos esta guía completa de qué ver y hacer en Gante en 1 día.

Las papas fritas en Gante tienen un sabor que no se puede comparar con las de cualquier otro lugar. Es como si tuviesen un secreto en la preparación que las hace únicas. La técnica de cocción belga implica freírlas dos veces, lo que les da una textura crujiente por fuera y suave por dentro. Es todo un arte.

Uno de los platos más tradicionales de Gante es el estofado de carne, conocido como stoofvlees. Es un guiso de carne de res cocinada lentamente en cerveza, cebolla y especias, lo que le da un sabor delicioso y reconfortante. Y lo mejor de todo: se sirve con papas fritas (¡sí, las papas fritas belgas son otro nivel!). También lo probamos en nuestra escapada a Brujas en un día desde Gante. Las papas, que están cocinadas a la perfección —crujientes por fuera y blandas por dentro— hacen que este plato sea aún más increíble.

Nosotros lo probamos primero en la casa de mi prima, que ella lo hizo casero y estaba alucinante (pero no es uno de los lugares dónde comer en Gante :P). Como nos gustó tanto, en uno de los paseos por la ciudad también lo compramos en uno de los restaurantes locales y lo comimos mientras caminábamos. La carne se deshace en la boca. Es típico de Gante y lo podés encontrar en varios bares y restaurantes.

Si querés probar unas papas fritas realmente buenas, te recomiendo que vayas al Frites Atelier, uno de los mejores lugares dónde comer en Gante para comer papas fritas. Acá podés elegir entre varias salsas —desde la clásica mayonesa hasta opciones más creativas— y, sinceramente, es una parada obligatoria. Las raciones son generosas y los precios son bastante accesibles, rondando entre los 8 y los 10 euros.

Suele estar muy concurrido y, a veces, hay que hacer cola para ingresar. Para nosotros es una parada que vale la pena.

– Ubicación: Groentenmarkt 20

Si estás buscando un lugar donde comer bien y barato, te recomiendo Amadeus, un restaurante que es famoso por sus costillas de cerdo a la parrilla. Aquí, las costillas se sirven con papas fritas (¡obvio!) y una ensalada.

Es un lugar ideal para disfrutar de una comida rica, generosa y a buen precio. Los platos principales rondan entre 15 y 20 euros, lo que lo convierte en una opción excelente si no querés gastar demasiado, pero sí comer bien.

Alimento noble si los hay, la pizza es siempre una opción accesible, rica y fácil. Si ya te cansaste de comer papas fritas, entonces las pizzas al horno a la leña de la Pizzería Giseppe’s es una buena opción. Se puede pedir para llevar o también comer ahí mismo, que el lugar es muy bonito y cómodo si vas con niños.

  • Klein Turkije 10, Gent.

Una experiencia de teletransportación cual superhéroe, es ir a la hamburguesería Manhattn’s Burguers. Tiene una ambientación típica neoyorquina, que te lleva a estar comiendo una hamburguesa con vibras de Broadway y Estatua de la Libertad, pero en el centro de Gante, Bélgica.

En precio también nos pareció bastante adecuado entre 10€ y 20€ por persona.

  • Graslei 10, 9000 Gent, Bélgica

Otra cosa que te va a fascinar en Gante son las cervezas belgas. Bélgica tiene una de las culturas cerveceras más ricas del mundo, y Gante es el lugar ideal para disfrutar de ellas.

Podés encontrar cervezas con una variedad de sabores y graduaciones alcohólicas. De hecho, probamos cervezas de hasta 11 grados de alcohol, lo que fue una experiencia bastante fuerte (pero riquísima). Desde cervezas ligeras hasta otras más robustas, la oferta es infinita.

En muchos lugares podés pedir degustación para llevarte una idea más completa de las cervezas de Bélgica. Otra opción es pasar por un supermercado o tienda de cervezas y comprar variedad y compartir.

Si sos fanático de las cervezas, vas a sentir que estás en el paraíso. No te olvides de probar algunas de las cervezas más conocidas de la región, como la Trappist o la Duchesse de Bourgogne. Y si no sabés por dónde empezar, preguntá al camarero, que seguro te recomienda algo acorde a tus gustos.

Si querés disfrutar de una experiencia cervecera única, tenés que ir a Dulle Griet, una de las cervecerías más famosas de Gante. Tiene una tradición muy curiosa: si pedís una jarra grande de cerveza, ¡tenés que dejar un zapato como garantía! El zapato se coloca en una red y se sube al techo con una campana que suena cada vez que lo ponen o lo quitan. Es bastante divertido ver cómo el zapato se eleva por el aire, y cuando pagás tu cuenta, te lo devuelven.

La tradición tiene varias historias, pero la que parece más real y divertida es la que dice que era muy frecuente que los visitantes, luego de beber mucha cerveza, se fueran distraídos y se olvidaran pagar. Entonces, los mozos decidieron quitarles un zapato como garantía de pago, no porque el calzado valiera mucho sino porque donde apoyaran el pie en el frío de la calle recordarían inmediatamente de pagar.

Y por supuesto, la cerveza es increíble. Tienen más de 500 variedades, así que vas a tener para elegir. Los precios por una jarra grande van entre los 6 y los 15 euros, dependiendo de la cerveza que elijas.

Un dulce que tenés que probar sí o sí en Gante es el cuberdon, una golosina típica de la ciudad. Tiene una forma triangular y está relleno de un sabor afrutado, que generalmente es frambuesa, con una textura gelatinosa por dentro. No a todos les gusta, de hecho, a Fede y a los chicos no les convenció tanto, pero a mí me encantó.

Los compramos en un carrito cerca de la Iglesia de San Nicolás, que es uno de los lugares más turísticos de la ciudad. ¡Lo que es cierto es que, aunque algunos no lo disfruten, yo volvería solo para comprar más cuberdones! Es un dulce muy particular y una excelente forma de llevarte un pedacito de Gante como souvenir comestible.

Si ya fuiste a Gante y conocés otros lugares en los que hayas comido bien y sean recomendable, nos encantaría que los dejes en comentarios para ayudar a otros viajeros.

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