Qué hacer en Recife: Guía completa 2 días en la capital de Pernambuco

Recife

Si estás buscando un destino único para tus próximas vacaciones en familia, Recife tiene que estar en tu lista. Desde playas paradisíacas, cultura vibrante, hasta excursiones increíbles, esta ciudad del nordeste brasileño lo tiene todo. Te cuento todo sobre qué hacer en Recife, cómo moverte, dónde hospedarte y las mejores actividades para disfrutar con los chicos.

Es verdad que, por ser una ciudad grande, muchas familias prefieren ir directamente a Porto de Galhinas o Maragogi y pasar de largo Recife. Si bien esas playas son soñadas, desde nuestra experiencia, nos pareció una gran decisión quedarnos dos noches en la ciudad y recorrerla. ¡Vale mucho la pena!

Recife es la capital del estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil. Está a orillas del Atlántico y es conocida como la «Venecia de Brasil» por sus canales y puentes.

Para llegar a Recife, hay vuelos directos desde varias ciudades de América Latina, como Buenos Aires, aunque a veces es más barato hacer escala en San Pablo. Desde el aeropuerto internacional de Recife (Guararapes), ya vas sintiendo el clima tropical que te espera.

Si estás viajando desde otras ciudades de Brasil, podés tomar un vuelo doméstico o incluso un bus si venís desde lugares más cercanos como Natal o Maceió.

Nosotros llegamos a Recife desde Buenos Aires con un vuelo de la línea Gol, haciendo conexión con Sao Pablo. 

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Explorar Recife es un planazo. Hay muchísimas cosas para hacer, y acá te detallo nuestras favoritas:

El Recife Antiguo es el corazón histórico de la ciudad. Cada rincón cuenta historias de la época colonial y el cruce de culturas que dieron forma a Pernambuco.

Es el punto de partida de cualquier visita al Recife Antiguo. Es una plaza amplia con vistas al río Capibaribe y un enorme mosaico en el suelo diseñado por el artista Cícero Dias, que representa el mapa de Pernambuco. Desde acá, podés tomar barcos para cruzar a otros puntos interesantes como el Parque de Esculturas Francisco Brennand, que está justo en frente.

Qué hacer en Recife: Plaza Marco Zero

Es el mercado más antiguo de Brasil y una joya arquitectónica. Fue construido en hierro forjado en el siglo XIX, inspirado en Les Halles de París. Es el lugar ideal para comprar especias, dulces típicos como el bolo de rolo, y artesanías locales.

Un mercado único que solía ser una cárcel en el siglo XIX. Hoy, las celdas son locales de artesanías, ropa y souvenirs. Cada pasillo cuenta una historia, y hasta podés contratar guías locales que te cuentan los secretos del lugar. En el piso superior, se pueden ver celdas como estaban en la época. A los chicos les pareció un lugar muy curioso.

Es una de las calles más antiguas de Recife, con casas coloniales coloridas y mucho encanto. Acá se encuentra la primera sinagoga de América, la Sinagoga Kahal Zur Israel, que ahora es un museo dedicado a la historia de la comunidad judía en la región.

Un ícono de Recife construido en el siglo XIX. Solía ser un observatorio astronómico y ahora funciona como un centro cultural. Desde la torre, tenés vistas espectaculares del puerto y del casco antiguo.

Una joya del barroco brasileño escondida en el casco antiguo. Su interior es impresionante, con paredes cubiertas de oro, esculturas y pinturas que datan del siglo XVII. Es un lugar que te transporta al esplendor de la época colonial.

Este puente conecta el centro de Recife con el barrio de Boa Vista. Además de ser un punto histórico, las vistas del río y los alrededores son preciosas. Es perfecto para caminar al atardecer.

Es una plaza encantadora rodeada de casonas coloniales coloridas y bares tradicionales. En el centro se encuentra la Catedral de San Pedro, que le da un toque especial al ambiente. De noche, suele haber música en vivo y eventos culturales.

Un museo interactivo que muestra la cultura del sertão (la región semiárida del nordeste brasileño). Es ideal para toda la familia, con actividades que enseñan sobre música, costumbres y leyendas locales.

El frevo es la música y danza tradicional de Recife, ¡y este museo lo celebra como se merece! Podés aprender los pasos básicos del frevo, conocer su historia y disfrutar de exposiciones coloridas.

La playa de Boa Viagem es la más famosa de Recife y se extiende por casi 8 kilómetros. Su paseo costero está lleno de restaurantes, quioscos y zonas verdes para caminar o hacer ejercicio.

¡Dato clave! Aunque es preciosa, el baño en el mar no siempre es seguro debido a la presencia de tiburones. Hay áreas marcadas como seguras, pero lo mejor es preguntar a los locales o simplemente disfrutar de la playa desde la arena.

A solo 15 minutos en auto de Recife, Olinda es una ciudad que parece detenida en el tiempo. Es conocida por su arquitectura colonial, su ambiente bohemio y su carnaval, uno de los más famosos de Brasil.

Calles empedradas y casas coloridas: Caminar por las subidas y bajadas de Olinda es un placer en sí mismo. Cada esquina es una postal.

Iglesias históricas: La Iglesia del Convento de San Francisco y la Catedral de la Sé son dos de las más impresionantes. Desde la Catedral, además, tenés una vista panorámica del mar y Recife.

Mercaditos y arte: En el centro, podés encontrar ferias artesanales y talleres de artistas locales donde venden pinturas y esculturas únicas.

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Este mercado se encuentra en Boa Viagem y es perfecto para comprar recuerdos típicos. Acá podés encontrar hamacas, cerámicas y hasta cachaça artesanal. Todo tiene ese toque único del nordeste brasileño.

Desde Recife, podés hacer varias excursiones de un día. Nosotros elegimos estar en Maragogi dos noches, en Porto de Galinhas cinco noches y Praia dos Carneiros la conocimos volviendo a Recife desde estas ciudades.Sin embargo, te dejamos estas excursiones que, si vas a estar muchos días en Recife, podés aprovecharlas para conocer :

Aunque es un poco lejos (unas 2.5 horas en auto), vale cada minuto de viaje. Las piscinas naturales de Maragogi son de las más lindas que vimos.

Otra joyita cerca de Recife. Esta playa es famosa por su capilla al borde del agua y su tranquilidad. ¡De las más lindas que hemos visto!

Un clásico brasileño. Entre piscinas naturales, jangadas (los barquitos típicos) y playas infinitas, te quedás sin palabras. En mi opinión, vale la pena quedarse más de un día, porque tiene muchas playas diferentes para conocer.

La capital de Paraíba es una escapada diferente, con playas lindas y un centro histórico súper pintoresco.

La mejor época para visitar Recife depende un poco de tus planes, pero en general, el clima es cálido y húmedo todo el año.

  • De septiembre a marzo: Es temporada seca, con menos lluvias y mucho sol. Perfecto para disfrutar las playas.
  • De abril a agosto: Es la temporada de lluvias. No llueve todo el día, pero podés encontrar días más grises.

Nosotros viajamos en octubre y tuvimos un clima espectacular: ni una gota de lluvia, ¡y los colores del mar eran un sueño!

Recife es una ciudad muy grande y con una oferta hotelera inmensa. Como siempre decimos, cada uno tiene sus preferencias, estilo y bolsillo, pero desde nuestra experiencia te recomendamos algunas zonas:

Esta es la zona más popular y turística de Recife. Su principal atractivo es la playa de Boa Viagem, que se extiende por varios kilómetros con arenas doradas y cocoteros que te hacen sentir en el paraíso. Nosotros nos hospedamos aquí y lo super recomendamos.

Además de la playa, la orla (paseo costero) está llena de bares, restaurantes y food trucks, ideales para disfrutar en familia o con amigos. Hay también varias ferias artesanales donde podés comprar recuerdos o probar comidas típicas.

Boa Viagem es ideal para los que buscan comodidad, vida nocturna y estar a pasos del mar. Además, es muy fácil moverte desde acá. Podés usar Uber, transporte público o incluso caminar si estás cerca de lo que querés visitar. Está a solo 10 minutos en auto del aeropuerto.

El centro histórico de la ciudad es perfecto si te interesa sumergirte en la cultura y la historia. Acá está la famosa Plaza del Marco Zero, el corazón cultural de Recife. También podés visitar lugares como el Museo Cais do Sertão y el Paço do Frevo, dedicados a la música y tradiciones del nordeste brasileño.

Está junto al puerto, y es fácil combinar una visita a Recife Antiguo con un paseo por Olinda, que queda a solo 20 minutos en auto.

Desde Boa Viagem podés llegar en 20-30 minutos en Uber o transporte público. No es tan práctico si querés ir a la playa, ya que no hay ninguna cerca.

Qué hacer en Recife

Pina es una zona más tranquila y menos turística que Boa Viagem, pero igual está cerca de todo. Tiene su propia playa, Praia do Pina, que es menos concurrida y más local, perfecta si buscás algo relajado.

Es una excelente opción si querés evitar el bullicio de Boa Viagem, pero igual querés disfrutar del mar. También hay buenos restaurantes de frutos del mar y bares locales en la zona.

Está justo entre Boa Viagem y el centro de Recife, lo que la hace muy práctica para explorar tanto la playa como el área histórica. Y es ideal para familias o parejas que buscan un lugar tranquilo pero bien conectado, ya que está a unos 15 minutos en auto del aeropuerto y a menos de 20 minutos del centro histórico. Uber funciona muy bien acá.

Nosotros nos hospedamos  la primera noche en el hotel Ibis Recife Aeroporto, porque nuestro avión llegó bastante tarde y nos recomendaron no conducir de noche hacia Maragogi. Este hotel nos encantó porque es muy moderno, está cerca del aeropuerto y tienen habitaciones perfectas para familias numerosas. ¡Y desayuno!

Al final de nuestro viaje, luego de haber estado en Maragogi y en Porto de Galinhas, nos quedamos dos noches en el Grand Mercure Recife Boa Viagem. Está frente al mar, el desayuno es increíble, ¡y los chicos amaron la pileta! Las habitaciones no son para familias numerosas, así que tuvimos que reservar dos habitaciones, pero unidas entre sí por una puerta.

Acá viene el dato polémico. Aunque las playas de Recife son hermosas, no siempre es seguro bañarse debido a la presencia de tiburones en algunas zonas. Las áreas más peligrosas están marcadas con carteles.

Si querés disfrutar del agua sin preocupaciones, mejor hacerlo en playas cercanas como Porto de Galinhas o Carneiros.

Nosotros disfrutamos de la playa de Boa Viagem frente al hotel que tiene una especie de muro de piedra y, cuando la marea está baja, deja una especie de piletones. Fue disfrutable y lo aprovechamos, pero no es la idea de playa que uno tiene de ir a jugar con las olas.

Depende de tus planes. Si vas a quedarte solo en la ciudad, no hace falta, porque podés moverte en Uber o transporte público. Además, estacionar es un dolor de cabeza.

Pero si pensás hacer excursiones a playas más lejanas, alquilar un auto es súper conveniente. Nosotros lo hicimos y nos dio mucha libertad para explorar lugares como Maragogi y Porto de Galinhas, pero al volver a Recife entregamos el auto y nos movimos en taxi, Uber y caminando.

¿Te animás a visitar Recife? Si bien no es la playa que más recomendaríamos, su casco histórico y Olinda valen mucho la pena conocerlos. Es un destino que nos sorprendió y disfrutamos mucho. Si ya estuviste, contanos en los comentarios qué te pareció y podés dejar recomendaciones para otros viajeros. ¡Y si estás planeando ir, espero que esta guía te ayude a sacarle el jugo al viaje! 

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