Cómo evitar el mal de altura al viajar con niños

Cuando estábamos planeando nuestro viaje al norte Argentino, y decidimos visitar la Quebrada de Humahuaca, lo que más nos preocupaba era cómo evitar el mal de altura y cómo podría afectar este a los niños, principalmente a Paulina que no llegaba a los tres meses. 

Aprendimos varios secretos y consejos que vinieron muy bien y nos permitieron disfrutar de los paisajes sin sufrir el apunamiento. Si a nosotros nos funcionó, a vos también te puede servir. Por eso te vamos a contar todo con lujo de detalles en este artículo.

El mal de altura recibe muchos nombres según el país en el que te encuentres. En Argentina lo llamamos apunamiento , pero en Bolivia, Perú y Ecuador lo escucharás como soroche o sorojchi, y en Colombia como Yeyo

Sea el nombre que sea, se trata de la dificultad del cuerpo en adaptarse a la falta de oxígeno de la altitud. Por encima de los 2500 metros de altura, la presión de aire baja y disminuye la cantidad de oxígeno. El cuerpo reacciona ante esto, y no todas las personas logran tolerarlo bien.

Uno de los consejos básicos que tenés que tener en cuenta a la hora de planificar tu viaje y tu itinerario es que, los síntomas del mal de altura aumentan cuanto más rápido y más alto subamos. Es por esto que verás en muchos artículos sobre viajes a Perú y Bolivia, por ejemplo, que se recomienda tener unos días de descanso y calma al llegar para poder acomodarse al nuevo entorno atmosférico.

Los síntomas del mal de altura suelen aparecer, si aparecen, a partir de los 2500 metros de altitud.  Pueden durar 2 o 3 días y mejorar con descanso y una buena alimentación e hidratación. Sin embargo, si una vez que se presentan los síntomas se continúa teniendo esfuerzo físico excesivo, se puede complicar el cuadro y volverse más severo. 

Los síntomas del mal de altura son:

  • Dolor de cabeza punzante.
  • Pérdida de apetito, náuseas y vómitos.
  • Mucha fatiga.
  • Debilidad.
  • Mareo.
  • Trastornos del sueño (somnolencia o insomnio)
  • Vértigo.

Luego de leer muchos artículos, consultar con la médica pediatra y hablar con locales, reunimos un conjunto de consejos que nos ayudaron a prevenir el mal de altura y estar preparados en caso de que se presentara algún síntoma.

Te compartimos los consejos que aprendimos y seguimos nosotros:

  • Los días previos a llegar al sitio de altura es importante mantener una dieta rica en carbohidratos e hidratarse muy bien. Estos alimentos ayudan a mejorar la saturación de oxígeno en la sangre.
  • Durante la estadía en la altura es preferible comer liviano, evitar los desayunos abundantes (olvídate del huevo revuelto con panceta por esos días), y mantenerse muy bien hidratado.
  • Tomar mucha agua de a pequeños sorbos para mantener el cuerpo hidratado.
  • Evitar el exceso de sal, porque acelera la deshidratación y lo que más necesitás en ese momento es estar bien hidratado.
  • ¡Llevá dulces a mano! Y cuando digo dulces, no hablo de chicle sin azúcares ☺, sino de caramelos o chupetines, ya que los dulces ayudan a calmar los síntomas.
  • En Jujuy, los locales recomiendan ingerir coca para prevenir el mal de altura. Podés consumirlo en té, caramelos, masticando la hoja directamente, o incluso agregarle al mate. La realidad es que es muy amargo y a los niños, al menos a los nuestros, no les gustó y fue imposible que lo consumieran.
  • Es adecuado consultar con el pediatra previo al viaje si recomienda algún tipo de medicación, como la que se da para evitar los mareos en los viajes en auto, y de ser así, tenerla a mano.
  • Podés tener a mano alcohol y algodón por si se presentan náuseas. Oler el alcohol ayuda a que desaparezcan.
  • Tomárselo con calma. Si en la organización de tu viaje es posible que dejes uno o dos días para aclimatarse, es ideal. Aunque, no siempre sepuede porque a veces se viaja por pocos días y uno siempre intenta hacer la mayor cantidad de cosas posibles. También se recomienda hacer todo con pausa. Tratar de caminar tranquilo, intentar que los peques salten y corran lo menos posible. ¡Ojo! Sabemos que no es fácil, pero siempre aparece algún truco para tratar de que se queden calmados un rato.

En lo personal, yo recordaba haber ido con mi familia en el 2006 y haber sufrido muchísimo la altura. En esa oportunidad seguí los consejos de mascar coca, aún así sentí la falta de aire, mareos y náuseas. Por esos recuerdos es que no estaba muy animada a arriesgarme con los niños, y menos con Paulina siendo bebé. Teníamos las horas contadas en la quebrada porque solo estaríamos dos días y volvíamos a Salta, así que no teníamos tiempo para demasiada aclimatación.

Estando en Humahuaca, el plan era visitar la serranía de Hornocal (conocido también como cerro de 14 colores) que se ubica a 25km de este pueblo a 4761 mts a nivel del mar. Con Paulina de 3 meses nos sugirieron varios pobladores no ir, porque el camino no era sencillo y la altura podría afectarla. Sin dudarlo seguimos camino hacia Purmamarca, donde pasaríamos la noche. También habíamos decidido no subir a las Salinas de Jujuy, donde alcanzás 4187 metros en la Cuesta del Lipán, por las mismas razones.

La decisión no nos duró mucho. Realmente teníamos ganas de ir y sentíamos que estábamos por  perdernos una gran experiencia. En el restaurante donde cenamos frente a la plaza en Purmamarca tuvimos la suerte de cruzar sonrisas con un matrimonio de la mesa de al lado que también tenían una bebé. 

Nos contaron que ese mismo día habían subido y que realmente lo habían pasado muy bien. Solo se quejaban de un leve dolor de cabeza, pero lo más importante era que su hija se encontraba muy bien y no había ni siquiera llorado.


Eso nos prendió la lamparita de la aventura y nos volvimos al hotel deseosos de conectarnos a wifi e investigar un poco más sobre la situación. Leímos muchísimos artículos de blogs de viajeros, consultamos con el pediatra, y tomamos nota de todos los consejos. 

A la mañana siguiente arrancamos a primera hora con la consigna de que en cuanto apareciera un solo síntoma nos volvíamos.

Como podés ver en las imágenes, sólo hay caras de alegría y sorpresa por la belleza blanca en la inmensidad de las salinas. Nos quejamos del frío, del viento, pero jamás de ningún síntoma. Hicimos al pie de la letra todo lo que nos habían indicado. Ninguno de los cinco presentó síntoma alguno y todos, menos Paulina por razones obvias, tenemos recuerdos hermosos imposibles de olvidar.

No hay nada peor que sentirse mal durante un viaje. Esto podría arruinar la experiencia y el contacto con el lugar, porque uno no se encuentra en su mejor momento. Estamos convencidos de que ante estas situaciones se debe actuar con cautela y priorizar la salud. A lo sumo quedarán lugares que visitar la próxima, pero habiendo podido disfrutar y habiéndose enriquecido con el lugar.

Nos dimos cuenta que no habíamos ido preparados para la altura. Ni siquiera la habíamos considerado como un posible problema. Sin embargo, supimos entender la situación y dar con la información precisa para poder evitar el mal de altura. Quizá, si lo hubiéramos previsto, podríamos haber visitado el Cerro de 14 Colores, pero es una excusa para volver.

El mal de altura no es gracioso, como dicen mis hijos. Es fundamental estar atento a cualquier cambio o molestia que sientas en tu cuerpo y respiración, como también consultarle a los niños constantemente sobre cómo se sienten. En el caso de los bebés es más difícil porque no pueden expresarse, pero sí prestar atención a cómo reaccionan y a si hay llanto continuo que no tenga que ver con otras molestias habituales como hambre o cambio de pañal. 

¿Se puede viajar a un sitio de altura con niños? ¿Recomiendan viajar con niños a la altura? Sí, desde nuestra experiencia, lo recomendamos. Es posible hacerlo si se conocen los riesgos para poder actuar de manera urgente de ser necesario, y aceptando que posiblemente algunas actividades o excursiones no se puedan realizar o no salgan según lo planeado.

¡Ahora es tu turno! Si conocés otros consejos o recomendaciones para viajar a la altura con pequeños, dejalo en comentarios para poder enriquecer nuestro artículo. También contanos si te sirvió esta información y si estás planeando un viaje. ¡Nos encanta leerte!

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