El nordeste brasileño es un destino que combina playas paradisíacas, cultura vibrante y paisajes inolvidables. En este artículo, te compartimos nuestra ruta de 10 días en el nordeste de Brasil, recorriendo Recife, Maragogi y Porto de Galinhas, super completa.
Por acá te dejemos una linda excursión para recorrer Recife y Olinda
En esta oportunidad, elegimos hacer días de mayor actividad, incluyendo recorridos culturales y excursiones. Mientras que otros días priorizamos el relax y el entretenimiento de los más pequeños.
Lo mismo hicimos con la decisión de hospedaje. Combinamos estancia en típicas posadas brasilera en Maragogi, en Hoteles de 4 y 5 estrellas en Recife y en una casa privada sobre la playa en Porto do Galinhas.
Así que tomá papel y lápiz, arremangate y comencemos este viaje de 10 días por el nordeste brasileño.
Nota: Este artículo está pensado para que puedas diseñar tu itinerario por el nordeste brasilero, pero no es exhaustivo en información de ninguna ciudad. Te iremos dejando enlaces al resto de artículos para que puedas tener ese detalle completo de cada lugar.
Día 1: Llegada a Recife y noche cerca del aeropuerto
Nuestro vuelo desde Buenos Aires, con conexión en São Paulo, aterrizó por la noche en Recife. Como sabíamos que las rutas de la región son bastante malas, decidimos quedarnos cerca del aeropuerto.
Optamos por el Ibis Recife Aeroporto, un hotel cómodo y práctico. Lo que más nos gustó es que está muy bien pensado para familias. Nuestra habitación era enorme con camas para los cinco y dos baños. ¡Sí! ¡Dos baños en una misma habitación! Super moderna y un diseño muy divertido.
Día 2: De Recife a Maragogi
Después de desayunar en el hotel, retiramos el coche en una oficina cercana al aeropuerto. Las rutas del nordeste no están en las mejores condiciones: hay baches, poca iluminación y señalización, así que es importante viajar con precaución y, sobre todo, de día.
En aproximadamente dos horas y media, llegamos a Maragogi, donde nos hospedamos en la Posada Mariluz. Este alojamiento, ubicado frente a la playa y en pleno centro, fue ideal para nosotros.
Esa tarde, aprovechamos para relajarnos en la playa del centro de Maragogi. Los barcitos locales ofrecen sombrillas y sillas gratis si consumís algo. Terminamos el día cenando en un restaurante sobre la misma calle costera.
Día 3: Playa Barra Grande, Camino de Moisés y Antunes
Comenzamos el día en Barra Grande, pero por la marea no pudimos ver el famoso Camino de Moisés (un sendero de arena que aparece cuando la marea está muy baja). Sin embargo, disfrutamos del pequeño centro comercial con productos regionales y spots fotográficos preciosos en la playa.
Luego fuimos a Playa Antunes, estacionamos en un parking gratuito en la ruta, y enseguida se nos acercó un chico para ofrecernos sombrillas y excursiones. Allí disfrutamos de un parador completo y contratamos una excursión a las piscinas naturales, donde también visitamos un bar en el medio del mar y las famosas hamacas dentro del agua.
Antunes, sin duda, es una de nuestras playas favoritas. Si tenés que elegir una en Maragogi, yo priorizaría esta. Disfrutamos mucho de caminar cientos de metros dentro del mar cuando la marea estaba baja.
Los chicos se divirtieron mucho en las piscinas naturales viendo los peces y haciendo snorkel. Además, al poder hacer pie porque la marea está baja, se sienten muy seguros durante toda la excursión.
Al volver a Maragogi, cenanos en una Pizzería que se llama Italianos en la calle sobre la playa.
¿Querés saber más sobre este destino? Te invitamos a leer nuestro artículo sobre Las mejores playas de Maragogi.
Día 4: De Maragogi a Porto de Galinhas, pasando por Praia dos Carneiros
Después de desayunar, dejamos la posada y partimos hacia Porto de Galinhas, haciendo una parada en la icónica Praia dos Carneiros.
Allí visitamos la famosa Igreja de São Benedito, una pequeña capilla blanca y verde frente al mar. Es un lugar ideal para fotos, con filas organizadas y la opción de contratar fotógrafos locales. Pasamos unas horas disfrutando de la playa antes de continuar nuestro viaje.
Llegamos a Porto de Galinhas antes de que anochezca. Nos alojamos en una casa espectacular frente a la playa, con balcón, parrilla y una pequeña pileta tipo jacuzzi. Esa noche fuimos al supermercado para abastecernos y terminamos el día con un asado en familia.
Conocé más sobre cómo llegar y qué hacer en esta playa en nuestro artículo Praia dos Carneiros en el nordeste de Brasil.
Día 5: Praia do Muro Alto y centro de Porto de Galinhas
El quinto día decidimos visitar Praia do Muro Alto que es una de las más exclusivas, con paradores privados súper completos. Accedimos a un parador con restaurante, piscina y alquiler de kayaks.
A decir verdad, nosotros preferimos más estar el plan sombrilla y reposera al borde del mar, pero estos sitios están bastante armados para que caigas en la trampa del parador.
La atracción principal de este lugar es el muro de roca que está a unos 100 metros de la costa. Alquilamos un kayak y remamos hasta el muro de corales que da nombre a la playa, aunque también se puede llegar nadando. Es por este mismo muro que la playa termina siendo una especie de piscina sin olas y con el agua super cálida.
Por la tarde, recorrimos el centro de Porto de Galinhas, con sus callecitas coloridas, tiendas de artesanías y los famosos paraguas de colores. Todas las calles tienes estructuras y decoraciones para atraer a los turistas que se tomen fotos. ¡Es muy pintoresco!
En nuestro artículo Qué hacer en Porto de Galinhas te contamos todas las playas imperdibles y mucho más para que disfrutes este destino.
Día 6: Praia de Cupe y relax en casa
Visitamos Praia de Cupe temprano. Esta playa tiene olas más fuertes, pero es ideal para quienes buscan tranquilidad, ya que estaba prácticamente vacía.
Lo complejo de estas playas es el acceso, porque suelen estar dentro de construcciones y urbanizaciones. En este caso, encontramos un acceso público. Al llegar la marea estaba muy alta y si bien la playa nos pareció amplia y linda, decidimos solo estar un rato para conocerla y volver a la playa de la casa que alquilábamos.
Así que, al mediodía, volvimos a la casa y pasamos el resto del día en la playa frente a nuestro alojamiento, que estaba entre Praia Cupé y la playa de Porto de Galinhas, con todas las comodidades a mano para tener un día de disfrute y relax.
Día 7: Playas del centro y Maracaípe
Por la mañana, fuimos a las playas del centro de Porto de Galinhas, llenas de vida con las jangadas, pequeñas embarcaciones típicas que te llevan a las piscinas naturales. La playa termina siendo la misma, pero el paisaje se vuelve más colorido con esos barquitos y hay mucho más movimiento por la ubicación de la playa.
Por la tarde, conocimos Maracaípe, una playa amplia y menos concurrida. Fue una visita medio exprés ya bañados y limpitos para seguir paseando por el centro de Porto de Galinhas y cenar.
¿Vas a viajar a Brasil? Leé este artículo sobre Dónde hospedarse en Porto de Galinhas.
Día 8: De Porto de Galinhas a Recife
Dejamos Porto de Galinhas y volvimos a Recife, donde nos hospedamos en el Grand Mercure Recife Boa Viagem.
Devolvimos el auto rentado, ya que lo que pensábamos visitar en este destino podíamos hacerlo en taxi o Uber. Es una ciudad muy grande y tanto conducir como conseguir estacionamiento es todo un desafío.
En este punto del viaje nos esperaba un hotel 4 estrella super bonito con una terraza con piscina que fue difícil sacar a los niños de allí.Pasamos la tarde en la playa Boa Viagem, aprovechando la marea baja que crea piletones naturales, perfectos para los chicos. Por la noche, exploramos el área y terminamos el día en un centro comercial con juegos infantiles.
Descubre todo lo que podés ver en esta ciudad leyendo Qué hacer en Recife, una guía super completa.
Día 9: Recife y Olinda
Nuestro último día completo lo dedicamos a conocer el casco histórico de Recife y la ciudad de Olinda. Contratamos un taxi recomendado por el hotel, que nos llevó a recorrer ambos lugares.
Comenzamos por el casco histórico de la ciudad, paseando por la Plaza Marco Zero, visitando el Mercado Casa de Cultura, la famosa calle de los judíos y mucho más.
Lo que más nos sorprendió fue nuestro paseo por Olinda, que es un municipio pegado a Recife, pero que te transporta a la época colonial. Sus calles empedradas, las casitas de colores y las hermosas vistas a Recife valen la pena la visita.
¿Te quedaste con ganas de saber más sobre este lugar? Entonces lee Qué hacer en Olinda.
De vuelta en el hotel, disfrutamos la piscina con los chicos y cenamos en Mundo Animal, un restaurante con juegos y shows para niños, perfecto para cerrar la jornada.
Día 10: Fin del viaje
Por la mañana hicimos un último paseo por la playa de Boa Viagem. El vuelo salía por la tarde, por lo que coordinamos un late check out para disfrutar la piscina y unas últimas horas de vacaciones en paz total.
Este itinerario por el nordeste brasileño fue una combinación perfecta de aventura, descanso y playas increíbles. Cada destino tiene su encanto único: desde las piscinas naturales de Maragogi hasta el ambiente vibrante de Porto de Galinhas y la riqueza cultural de Recife y Olinda.
Si te quedan dudas sobre este destinos te invitamos a leer los demás artículos que completan este viaje. También podés escribirnos en comentarios, que nos encantaría leerte.
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