10 sitios que ver en Peñíscola, uno de los pueblos más bonitos de España

Qué ver en Peñiscola

Si te preguntás qué ver en Peñíscola y si vale la pena visitar este pueblo, entonces quedate leyendo hasta el final porque mi respuesta es justo lo que necesitás. Esta joya del mediterráneo en la provincia de Castellón ha sido elegida como uno de los pueblos más bonitos de España. Además, es uno de los exclusivos pueblos Ferrero Rocher, esos rincones navideños que parecen sacados de una postal navideña.

Ubicada en la Costa del Azahar, Peñíscola tiene dos caras. Por una lado, la parte más moderna con hoteles, restaurantes y zonas residenciales. Por el otro, el casco histórico y su ciudad amurallada que se alza sobre un peñón y nos transporta a la Edad Media.

Recorrer las calles empedradas de la ciudad vieja es como caminar por un cuento medieval. Sus murallas, construidas por los templarios en el siglo XIII, resguardan callecitas estrechas, casitas blancas con flores y miradores con vistas espectaculares al Mediterráneo.

En lo más alto está el Castillo del Papa Luna, una fortaleza que fue residencia de Benedicto XIII y que es protagonista principal de esta ciudad amurallada. Se puede visitar y recorrer sus salones, pero ya lo veremos en detalle cuando abordemos qué ver en Peñíscola.

Durante la Navidad, todo el casco histórico se transforma. Las luces, los adornos y los mercadillos lo convierten en un auténtico pueblo de cuentos. No por nada es uno de los Pueblos Ferrero Rocher, porque claro que la magia navideña se siente en cada rincón.

Qué ver en Peñiscola

Y es su belleza medieval que hace a Peñíscola un sitio perfecto para rodar películas y series. Ha sido escenario de varias producciones tanto como un clásico El Cid (1961) hasta series más actuales como Ministerio del Tiempo y Game of Thrones. Mientras atravesás las callecitas y entradas a la muralla se pueden ver carteles que indican en qué producción y qué escena se ha filmado ahí mismo. Es como caminar por un set de filmación al aire libre.

La ciudad amurallada de Peñiscola tiene rincones que te van a sorprender a cada paso. Desde fenómenos naturales como el Bufador hasta el mismísimo Castillo del Papa Luna con toda su historia son algunas de las cosas que ver en Peñíscola. Te dejamos acá todas las maravillas que encontrarás en recorriendo sus calles.

Se trata de una fortaleza imponente construida por los templarios en el siglo XIII y transformada en residencia papal por Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna. Los templarios fueron monjes guerreros, que pertenecían a la Orden del Temple que era una orden militar católica.

qué ver en Peñíscola

Al encontrarse edificada en lo más alto de la ciudad, las vistas que encontrarás desde sus balcones y desde la terraza, sin dudarlo me arriesgo a decir que son las más lindas de toda la Comunidad Valenciana. Podés ingresar a la biblioteca y a todos los salones. En lo personal, lo que más me gustó fue la terraza superior, que además de las vistas tiene un piso elegante y de lo más lujoso para la época.

Esta imagen es de Pauli luciendo un look diva de cine en el ingreso al castillo, desde dónde se puede ver también el Faro de Peñíscola.

  • Valor de la entrada general 5€.
  • Estudiantes, docentes, desempleados, jóvenes de 9 a 16 y personas mayores de 60 años el valor es de 3,50€.
  • Personas con discapacidad y niños hasta 8 años GRATIS.
  • Horario de verano (del Domingo de Ramos al 15 de Octubre): de 9:30 a 21:30.
  • Horario de invierno (del 16 de Octubre al Domingo de Ramos): de 10:30 a 17:30.

El Portal Fosc es una de las puertas de acceso a la ciudad amurallada más antigua. Cruzarlo es hermoso porque te da esa sensación de hacer un viaje instantáneo a la era medieval. Desde ahí podés continuar el camino por las murallas que rodean el casco antiguo, descubriendo miradores, cañones y estructuras defensivas que tenían la función de proteger la ciudad.

qué ver en Peñíscola

Se trata de una edificación muy curiosa porque es una casa angosta de dos plantas, cuyas paredes están completamente cubiertas y decoradas por conchas de mar. Dentro de sus detalles arquitectónicos, también cabe deseadas sus ventanas con forma ojival de cierto estilo arábico como el escudo del Papa Luna.

Según lo que explican los locales, esta casa pertenecía a una familia que tenía una situación económica muy delicada. Cuando comenzó a llegar el turismo a la ciudad, ellos fueron los primeros guías profesionales en enseñarla. Como agradecimiento, y en homenaje al mar, parte de lo ganado en su trabajo lo invirtieron en esta casa y en decorarla con este estilo peculiar. La mujer, además, estableció la primera tienda de souvenirs justo frente a la Casa de las Conchas.

  • Ubicación: Calle Farones 4

El Bufador es un espectáculo natural, que si tienes suerte podrás verlo. Es una grieta en las rocas que conecta con el mar y, pensá, que la ciudad amurallada está bastante elevada. El agua entra con fuerza por esa cavidad y crea un ruido fuerte como un rugido. Los días de mucho oleaje es cuando mejor se escucha. Se encuentra bordeando la muralla del lado del mar hacia bajo, como queriendo salir del casco antiguo.

Ubicado sobre una antigua bóveda defensiva, este museo está dedicado a la tradición marinera del pueblo. Vas a encontrar maquetas de barcos, herramientas de pesca y restos arqueológicos submarinos. la entrada es gratuita y es un buen plan para ir con niños.

Sentado con gesto sereno, el Papa Luna mira al horizonte. Su estatua es un ícono de la ciudad y merece acercarse a tomar una foto. Se encuentra a unos metros del ingreso al castillo, por lo que no puedes perderlo.

Este templo barroco del siglo XVIII está justo al lado del castillo, luego de pasar por la estatua del Papa Luna. Fue construido en honor a la patrona de Peñíscola y es protagonista de las fiestas patronales. Su fachada de piedra es imponente y en su interior se siente una paz muy especial.

Justo debajo del castillo se encuentra este parque ajardinado, que también supo ser set importante de la serie Juego de Tronos. Está lleno de cañones antiguos, túneles, miradores al Mediterráneo y una vegetación que es realmente imperdible. Esa combinación del verde tan puro de la naturaleza como el azul del mar es una belleza.

  • Puedes ingresar con el mismo ticket del castillo.

Puedes que leas este título y pienses que es un poco obvio, pero caminar sin rumbo por las callecitas del casco histórico y, quizá, sentarse a tomar algo sobre la muralla con esas vistas increíbles puede ser una gran experiencia viajera. Te cruzarás artistas, tienditas de artesanías y hasta también algún músico.

Ubicado frente al imponente castillo del Papa Luna, en lo alto del casco antiguo, se encuentra el Faro de Peñíscola con un estilo discreto, pero aún así con mucho encanto. Fue construido en 1899 con una torre blanca octogonal y regala unas preciosas vistas. Aunque no se puede visitar por dentro, vale la pena pasar por ahí y tomar algunas imágenes.

Además de la ciudad amurallada, otro de los grandes atractivos de Peñíscola son sus playas. Kilómetros de arena dorada, aguas tranquilas sin oleaje y todos los servicios, hacen de estas playas un punto ideal para las familias con niños pequeños.

Playa Norte de Peñíscola

Es la playa más famosa y concurrida. Tiene más de 5 kilómetros de largo y está justo frente al casco antiguo y es la dueña de la típica postal de Peñíscola sobre el mar luciendo el imponente castillo. El agua es muy calma. Al estar sobre el paseo marítimo, encontrarás una gran oferta de restaurantes, heladerías y puestos de comida.

Es una de esas playas que no tienen olas y que la profundidad es muy paulatina, lo que lo hace perfecta para los pequeños que pueden caminar con más confianza sobre el agua y también para deportes como kayak y SUP. El espacio de arena entra la calle y el mar no es muy amplio y en el temporada alta se llena muchísimo. Por lo que hemos visto, la gente suele ir temprano y ya pasado el mediodía se va a comer y descansar y ahí se vacía bastante y es un ambiente más tranquilo.

Es más pequeña que la Playa Norte y se encuentra al otro lado del castillo. También tiene servicios y es muy accesible. No está sobre el paseo marítimo entonces se vive un ambiente más calmo y menos ruidoso. Sin embargo, nos pareció un poco más sucia y el agua más olorosa, quizá por no tener oleaje.

Como ya lo viste, Peñíscola tiene una gran oferta de sitios que visitar. Sin embargo, si pensáis estar más de tres días en la zona, te recomendamos otros lugares cercanos que valen la pena conocer.

Si preferís seguir con el mood playero, pero sin tanto bullicio, Alcossebre es una opción perfecta. A solo media hora de Peñíscola, este destino costero combina playas tranquilas, una visita a la Ermita de Santa Lucía con unas vistas alucinantes, el Castillo de Xivert y parques espectaculares para visitar con los niños. Además, si lo tuyo es la montaña, la Sierra de Irta te regala varios senderos para disfrutar.

En la localidad de La Vall d’Uixó, a poco más de una hora en auto, se encuentran las cuevas de San Josep. Se trata del río subterráneo navegable más largo de Europa y se puede recorrer en barca. La visita dura aproximadamente 45 minutos con un tramo caminando y otro en barca, pasando por cavernas iluminadas, estalactitas y estalagmitas.

Vilafamés es uno de los pueblos más bonitos e interesantes del interior de la provincia de Castellón. Su casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural, se recorre a través de callecitas empedrada y empinadas hasta llegar a las ruinas de un castillo medieval. Lo más curioso de este destino es una piedra rojiza enorme que se mantiene alzada sobre el pueblo.

A solo 20 minutos al norte de Peñíscola, se encuentra esta ciudad costera con un perfil más local y auténtico. Su paseo marítimo es ideal para caminar o tomar algo por ahí. No te pierdas sus playas amplias y su mercado municipal que ofrece muchos productos y experiencias culturales.

Peñíscola es un destino muy versátil y eso también se refleja en la oferta de alojamiento. Vas a encontrar desde hoteles con todos los servicios incluidos hasta campings para conectar con la naturaleza.

Si te gustan esos lugares donde tenés todo pensado con piscina, kid club, y restaurante, Peñíscola es uno de los destinos de la Comunidad Valenciana que más hoteles de este tipo ofrecen. La mayoría están ubicados en Playa Norte, más alejados del casco histórico.

Nosotros nos hospedamos en un departamento que encontramos por AirBnb y que ahora no lo vemos más publicado como para compartir el enlace, pero estábamos del lado de la colina pasando la playa sur. Tenía unas vistas soñadas, pero subir y bajar todo el tiempo a la playa era más cansador.

De las opciones que tenemos vistas para cuando volvamos a Peñíscola, hemos visto varios campings que están muy lindos y con servicios completos. Te dejamos los nombres para que puedas verlos también por si es lo que estás buscando:

  • Camping El Cid: Es un camping sencillo con opciones de parcelas para acampar, para ir con caravana como también bungalows familiares. Esta a 20 minutos andando de la playa Norte. Los precios nos parecen bastante adecuados siendo que vimos un bungalow para 4 personas en temporada baja a 90€ el día y en temporada alta 120€.
  • Camping El Edén: Esta a pasos de la playa Norte y más cercano a la ciudad amurallada y la zona de restaurantes. Es bastante grande y tiene muchas zonas de bungalows y de parcelas. Tiene piscina y sector de juegos para niños. Para comparar con el otro camping, las tarifas para un bungalow para 4 personas en temporada baja para una noche es de 100€ aproximadamente y en temporada alta entre 170€ y 195€, dependiendo la semana.

Peñíscola es uno de esos lugares que se disfrutan en cualquier momento del año. Su clima suave, la combinación del mar y su historia medieval hacen que sea una ciudad que tenga algo que ofrecer en todas las temporadas.

En verano, especialmente en Juli y agosto, la ciudad explota de turistas: las playas están llenas, hay actividades para toda la familia y mucho ambiente. Pero también es bastante abrumador. Nosotros fuimos en agosto y nos pareció una locura de gente, hacer colas en todos lados, difícil estacionar.

Para nosotros, las mejores épocas para visitar Peñíscola son mayo, junio y septiembre. Tenés temperaturas ideales para disfrutar del mar, pero sin el agobio del turismo masivo de temporada alta.

Y si buscás algo distinto, como ya te contamos al inicio, en Navidad Peñíscola se transforma en un escenario de cuento. Desde que ha sido elegida como Pueblo Ferrero Rocher, sus luces doradas, la decoración navideña, y el aire mágico lo hacen una escapada perfecta navideña.

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